En ocasiones, cuando un cliente contrata un servicio de gestión de redes sociales, nos solicita abrir una cuenta en Twitter y comenzamos a dar los pasos para crearla, nos encontramos con una “desagradable” sorpresa: el nombre de usuario ya existe. Los nicks que nos sugiere Twitter no nos sirven, tiene que ser lo que nos pide el cliente. Es entonces cuando empieza la odisea y nos preguntamos cómo recuperar una cuenta de Twitter.
Tener la marca registrada, usar mismo dominio o que la cuenta reclamada no sea activa, son algunos de los puntos que Twitter tiene en cuenta.
La primera prueba: rellenar el formulario de ayuda
Para estos casos, Twitter pone a disposición del usuario un formulario de ayuda. En este formulario, el pajarito azul nos solicita una serie de datos para demostrar que nuestro cliente (o nosotros en su representación), ha registrado su marca de forma legal. No es un formulario complicado de rellenar pero sí debemos tener clara la respuesta del acertijo: cuál es el número de registro de la marca y el nombre de la oficina en la que se hizo la gestión.
Una vez hemos completado los campos de este formulario, Twitter tiene en cuenta una serie condicionantes que harán que logremos alcanzar (o no) nuestra meta: la propiedad del perfil.
Por el sendero de la marca registrada
Como ya he dicho, Twitter nos pedirá los datos de marca registrada y de la empresa. Si en esta encrucijada, nuestro cliente es el dueño de la marca, es decir, está registrada en una oficina oficial de patentes y marcas, podremos seguir jugando.
Además, si el cliente tiene registrado el dominio de Internet con el nombre de la marca y la empresa tiene la misma denominación que el perfil que estamos reclamando, el primer reto para recuperar el nombre de Twitter, está superado.
Si el perfil reclamado se mantiene inactivo durante más de 6 meses, estamos de enhorabuena.
Un perfil poco activo
Según las condiciones de Twitter, si una cuenta está inactiva durante más de 6 meses, podrá ser eliminada. Esto es algo bueno para nosotros ya que, con toda probabilidad, Twitter atenderá nuestra reclamación sin problemas si cumplimos los requisitos anteriores.
Otras opciones que pueden beneficiarnos: que el perfil sea usado de forma inadecuada, suplantando nuestra identidad o de la marca a la que representamos, intente vendernos el perfil o, simplemente, sirva para impedir que podamos tener presencia en Twitter con nuestra marca oficial. En estos casos, sucede lo mismo que antes, es fácil que Twitter termine dándonos la propiedad del perfil y podremos decir que hemos completado con éxito esta aventura.
Pero, si el perfil pertenece a una persona que está usando nuestro nombre de perfil, pero no se hace pasar por nosotros ni nuestra marca y es un usuario de Twitter normal, que no busca líos, la cosa está complicada. Es posible que tengamos que empezar a pensar en otro nombre para la cuenta en cuestión. Por lo general, Twitter no suele quitar la propiedad al usuario en estos casos. En una situación así, se acabó la aventura y habrá que buscar alternativas.
Una vez hemos completado el formulario con todos los datos que nos han pedido, tocará cruzar los dedos y esperar unos días a que Twitter decida qué hacer con nuestra solicitud.
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