Internet es como la plaza del pueblo. El lugar donde nos reunimos para estar con los amigos o enterarnos de las novedades de lo que pasa a nuestro alrededor. Pero Internet también es el espacio donde vamos a comprar, como en la tienda o en el mercadillo que se instala en esa plaza.
Un pequeño negocio busca estar en la mejor zona de la plaza para vender más. Entonces, si Internet es la nueva plaza ¿por qué son tantas las empresas que aún no apuestan por estar presentes en ella? Gracias a los ecommerce para pymes, ahora no hay que esperar a que llegue a la plaza un grupo de turistas curiosos para venderles la gastronomía más típica, la artesanía de la zona, reservarles una habitación en un hotel o una mesa en un restaurante.
Es cierto que muchos pequeños negocios del sector turístico han acudido a una agencia de diseño de páginas web para tener su espacio propio en Internet. Pero también es verdad que, muchas de esas empresas, se han limitado contratar un escaparate: en esa web no se puede acceder a sus productos. Es como si se hiciera el esfuerzo de tener el mejor expositor para llamar la atención, pero el negocio siempre está cerrado y el cliente se tiene que quedar fuera sin poder hacer una compra. No han dado el paso de tener un ecommerce, su página web no es una herramienta útil para vender sus productos y servicios. No se aprovecha el potencial de tener un comercio electrónico abierto 24 horas al día 365 días al año en un área geográfica ilimitada.
Pero no basta con desarrollar una página web con una tienda online o un formulario de reservas. Al igual que cuando se planea abrir un negocio físico, hay que dar los pasos adecuados: estudiar bien el proyecto, conocer lo que se vende, aprovechar los puntos fuertes, mucho sentido común y, sobretodo, no pensar que, por tener un ecommerce ya está todo hecho, el éxito está asegurado y los clientes van a venir sin esfuerzo. Internet es la plaza del pueblo, pero una plaza muy grande con una competencia enorme. Hay muchos factores a tener en cuenta y hay que trabajarlos muy duro.
Contar con el apoyo de una agencia de desarrollo de páginas web es el primer paso para tener un buen ecommerce. Da igual que sea un hotel, una casa rural, un restaurante o una tienda, en todos los casos es mejor contar con asesoramiento profesional.
Un ecommerce optimizado, muy fácil de usar por el comprador, con pocos pasos, que esté adaptado para dispositivos móviles y un buen formulario de contacto, son algunos de los puntos a tener en cuenta cuando se diseña una tienda virtual. Luego, herramientas como el posicionamiento web en buscadores (SEO), las redes sociales, aplicaciones para móviles y otras herramientas del marketing online nos pueden ayudar a conseguir que los potenciales clientes digitales lleguen a los productos y servicios que se venden desde cualquier punto, por pequeño y alejado que esté.
Cuando un ecommerce para pymes se convierte en un caso de éxito
Quizá el ejemplo más conocido en los últimos meses sea el de Ricardo Lop y el éxito del ecommerce de su empresa de venta de cuchillos. Desde la localidad de Castelserás (Teruel) vende sus productos a todo el mundo. Es decir, está triunfando con su tienda online a pesar de que su negocio está enclavado en el medio rural. Este ecommerce es la demostración de cómo una pyme ha sabido aprovechar Internet y sus herramientas para llegar a más clientes y aumentar sus ventas.
No hay que olvidar que Aragón es referente en el sector del comercio electrónico, con la organización de la Feria de Tiendas Virtuales y la Asociación de Tiendas Virtuales de Aragón, en la que, la mayoría de sus asociados, son pymes, que han sabido apostar por el ecommerce.