El salón de plenos de la Cámara, lleno. No era para menos cuando se trata de escuchar a un visionario, a quien definen como “technology evangelist”. En cambio, él empezó su intervención comparándose con el Chicote de la transformación digital. “Hago pesadilla en la oficina”, afirma. Es más, les dice a las empresas de “qué y cuándo van a morir”.
Y no. No se trata de un futuro lejano. Estamos hablando de un cambio de paradigma que tiene su origen en apenas diez años atrás y que cambia el mundo por momentos, en saltos cada vez más grandes.
No le faltan consejos para repartir. A los jefes: “tenéis que ser líderes”. A los jóvenes: “Estudiar una carrera de 7 años es tirar el dinero y formarte para el paro. Cuando acabes, ese trabajo lo hará un robot”.
Habrá quien lo interprete como la llegada del apocalipsis. Otros, como una auténtica oportunidad.
Transformación exponencial
Para ilustrar esta velocidad, un dato: si se sigue cumpliendo la Ley de Moore, en 2045 la inteligencia artificial será superior a toda la raza humana pensando a la vez.
Todo lo que se puede digitalizar está experimentando una revolución que Sirvent bautiza como “transformación exponencial”. Ya no utilizamos ni renovamos despertadores, navegadores GPS, videojuegos, reproductores de música o cámaras de fotos porque los llevamos en nuestro smartphone. “Todo lo que podemos meter en un teléfono móvil ha arruinado a las empresas que hacían esos objetos”, apuntó Javier Sirvent.
Sólo se levantó una mano cuando preguntó quién compra CDs. Ninguna cuando quiso saber quién tiene un teléfono analógico o adquiere hoy en día enciclopedias.
El cierre de oficinas bancarias (seis al día desde que comenzó la crisis) o la cuasi desaparición de los videoclubes (Madrid ha pasado de 9.600 a 9 en una década) ilustran perfectamente esta situación.
Salud digitalizada, coches autónomos y datos muy valiosos
Sin embargo, hay salida. Hay que renovarse y saber adelantarse. Por ejemplo, AirBnB ha cambiado su modelo de negocio pasando a ser una agencia de viajes. Amazon, con 16 minutos como tiempo récord de entrega de un pedido en Madrid, ha triplicado el comercio electrónico en España en cinco años. Según Sirvent, en el terreno de los e-commerce “está todo por hacer, todo por digitalizar”.
“La cura del cáncer vendrá de compañías como Google”, afirma. Si el gigante de Internet se ha metido en salud por algo será. De hecho, la salud se ha digitalizado. El genoma se ha digitalizado. Probablemente nos habituaremos al término CRISP, un sistema de edición del ADN de calidad y de coste económico que permitirá adelantarse a las grandes enfermedades.
A veces parece que Javier Sirvent habla en el terreno de la ciencia ficción. Pero no. Es la realidad, el presente. Se remite, por ejemplo, al “smartwatch” de Michael Knight para llamar a su “coche fantástico”.
En Tesla, los coches son como niños que aprenden cada día e incorporan ese conocimiento a todo el sistema. Se consiguen así hitos como que un coche autónomo sea un 80% más seguro que un coche convencional.
Si no enfermamos, no tenemos accidentes, nuestros coches viajan solos… ¿Necesitaremos entonces seguros? ¿Taxis?
Puestos a hablar de futuro, Javier Sirvent apostó por los datos, que “es lo que vale dinero”. También por la formación constante. “Las industrias están buscando perfiles especializados en robotización. Hay que ponerse radicalmente las pilas”, aseveró.
Para finalizar, una conclusión optimista. Ante lo que harán las máquinas, siempre nos quedará nuestra capacidad de aprender y desaprender para evolucionar.
Transporte, ocio, educación, salud… Todo se ha digitalizado y ahora la formación en marketing online también está más en valor que nunca.
